martes, 16 de agosto de 2011

La vida es una puta...

Sí, ya sé que no digo nada que todos vosotros no sepáis, pero es que esto es la leche. Uno se pregunta por qué narices hay en este mundo tantas cosas que escapan a tu control. No es que me considere precisamente un controlador, pero sí que me gustaría que de vez en cuando pudiera sorprenderme de que las cosas me salen bien. Realmente no debería de quejarme demasiado. Lo mejor de todo es que no tengo a nadie a mi cargo (que bueno el no existente instinto maternal de mi ex...) y lo peor es que, con la edad que tengo, esté a cargo de alguien. Me suelen decir "es que hay mucha gente así" y sí, es un triste consuelo, pero es la verdad. Aunque hay algo por lo que me siento afortunado. Algunas de las malas cosas que me han pasado, sobre todo mis problemas de salud, me alegro de que me hayan pasado a mí y no a mis hermanos, por ejemplo. En eso el destino ha acertado plenamente. Yo era el individuo indicado. No debo quejarme.

De todas formas, lejos de entrar en ese pesimismo cuyas garras me mantenían cautivo no hace mucho, estoy vivo. Tengo amor en mi vida a raudales proveniente de distintos frentes y una mente que funciona a la perfección. Una creatividad que sale de mi cuerpo a través de cada poro de mi piel y la intención de intentar arreglar las cosas como pueda y ayudar a quien me necesite. Llegué a pensar que, dadas las circunstancias, esa situación no volvería a darse en mi vida. Que alguien me necesitase. Pero me necesitan e intentaré no defraudar a nadie. Está empezando a no importarme que mi mano derecha tiemble o que la maquinaria de mi organismo no esté en perfectas condiciones y a veces sufra fallos tecnológicos. Es complicado todo, pero si no lo fuera, este planeta se llamaría Yupi y no Tierra.

Recientemente me he hecho fan de una página de facebook que dice:

"Esta vida es muy puta, asi que échale un polvo y DISFRUTA"

Pues eso...