lunes, 14 de febrero de 2011

Una carta a mi amigo Fran.

Al final no todo salió tan bien como yo pensaba, amigo. Sí, quedé con una chica, pero, aunque a mí me pareció fantástico, a ella al parecer no tanto. Ha sido bastante explícita y brusca diría yo para comunicármelo. Pero eso da lo mismo. Lo que me hizo tan feliz ayer, fue el hecho de tener una cita. No importa si no salió bien y si no le he gustado. Tampoco tenía muchas esperanzas. Hablando con ella por internet ya me había dado cuenta de que sería difícil que conectáramos y cuando por fin nos vimos, la situación confirmó mis sospechas. Pero ya te digo, amigo, que eso no importa lo más mínimo. Lo importante es que escribiendo mis pensamientos y lo que siento en este blog, he conseguido emocionarte y hacerte sentir bien. Y créeme colega, te aseguro que en estos momentos no hay nada que me pueda hacer más feliz (bueno, miento, quizás otra cita, pero estoy divagando...). Últimamente he pensado mucho en lo bueno que hubiera sido para mi vida el haberos conocido antes. Tengo muchos amigos, pero con pocos me he sentido tan arropado y querido como con vosotros. No hago más que hablar bien de ti, de tu mujer y de todos los demás. Y te das cuenta de que es aquí, en el corazón de una amistad forjada con buenos sentimientos, donde reside uno de los motivos por los que merece la pena seguir confiando en la vida.

Y ahora me dices que te has emocionado porque has escuchado el corazón de tu hijo en el vientre de tu preciosa mujer y te sientes cursi. ¿Cursi, tío? ¡Has creado una vida, Fran! Tú y Mercedes habéis hecho lo más bonito que dos seres humanos pueden hacer en sus vidas. Dentro de poco veremos a una nueva personita pequeña y guapísima pisando este cruel mundo y haciendo que después de todo no lo sea tanto. Y lo verás crecer y llorarás y reirás con él y le explicarás como funciona este planeta y saldrá contigo de nazareno o lo llevarás al fútbol. Joder, tío, ¿no te parece ese suficiente motivo para emocionarse? ¿Cursi? Pues entonces apúntame a mí en las páginas de ese libro, porque te aseguro que en estos momentos una lágrima recorre mi mejilla muy despacio. Y esto no es una metáfora literaria, es totalmente cierto. Y cuando ocurra el milagro, te aseguro que intentaré estar contigo y acompañarte en esa tremenda felicidad que vas a sentir. Y a la mierda la crisis, los divorcios, el Betis y el Sevilla y las citas que no salen bien. Ese día te sentirás el hombre más grande de la Tierra y yo te diré: "Fran es que eres el más grande..."

Una última cosa, compañero, has recibido esto por mail porque te tengo en mi lista de personas a las que el blog avisa de cuando escribo algo nuevo. Te lo digo porque me haría ilusión que me hicieras tus comentarios aquí en el blog. Probablemente te habrá salido un enlace debajo de este texto.

Bueno, amigo, me alegro de haberte alegrado el día. Vuestra amistad alegra mi vida...

2 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! Viva ser cursi.

    ResponderEliminar
  2. Di k si Ana k seamos cursis se le llama ser sensibles y a la vez hiumanos somos muchos que no se muere el sentir el comaprtir y a ti Antonio decirte que me gustaria que me incluyeras en tus amigos donde me mandes un correo diciendo que has publicado algo nuevo¡¡emmmmmmmmmmmmmmmmmm jajajajaj

    ResponderEliminar